sábado, 4 de octubre de 2014

DELÍRIUM TRÉMENS


No hagas más -ordena el cemento- quédate sentado, pero sentado es aquel que carece de pedúnculo, y pereza es de salud antónimo, así que él juega solitario con las cartas de su pasado, y bajo sus ojos se derrite el músculo. Todos lo conocen, pero su nombre en sus propios labios es: Anónimo.

La citosina arde si le agregas más nitrógeno, de adentro hacia afuera le inflama el fuego alucinógeno, ya apesta a muerte su estera, pues todo espectáculo llega al final, telón estupendo y fatal, soso y asombroso, pasmoso y ominoso. 

Su cerebro corrompido haría crecer verdura fresca, perfecta para su ragú de miseria: en su carne setecientas muescas, rellenas de espíritu en julianas.

No hay luz a través de las persianas. No hay ventana ni puerta para el borracho anacoreta.


Image courtesy of holohololand at FreeDigitalPhotos.net

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